martes, 29 de agosto de 2017

Científico creyente 8 - Agnesi

Continúo con la publicación de los capítulos 8 a 12 de mi libro "El Señor de los dos libros" 2ª edición. Uno a uno iré publicando las biografías de cientos de científicos creyentes de todas las épocas.

Matemática creyente nº 8

8.       María Gaetana Agnesi (1718-1799)


Matemática, filósofa y teóloga italiana; su nombre latino era María Cajetana de Agnesiis. Además del italiano, aprendió en su juventud latín (a los 9 años), griego, hebreo, francés, alemán y español. A sus 19 años le publicaron un tratado filosófico, Proposizioni filosofiche[1] que ha sido reeditado en el 2015[2]. Como integrante de la Academia Nacional de Ciencias de Bologna, escribió Instituzioni analítiche[3], un tratado sobre cálculo diferencial e integral que tuvo repercusión internacional.

Fue una matemática distinguida, pero toda su vida su objetivo era vivir una vida para Dios: tal es así que mediando sus treinta años dejó por completo las matemáticas, rechazando el ofrecimiento del Papa para ocupar la cátedra de matemáticas y filosofía natural de la Universidad de Bolonia, y también un ofrecimiento para revisar una obra de Lagrange, en la Universidad de Turín[4],  para dedicarse al servicio de los enfermos y los pobres; estudia teología, dona su fortuna y es designada por el arzobispo como directora de un hospicio en Milán, donde finalmente muere.

En esa época ella escribió[5]:

“El hombre siempre debe trabajar para un fin, el cristiano para la gloria de Dios. Hasta aquí espero que mis estudios hayan traído gloria a Dios, como fueron útiles para los demás, y derivados de la obediencia, porque esa fue la voluntad y el genio de mi Padre. Ahora, dejando estos, he encontrado mejores formas y medios para servir a Dios y beneficiar al prójimo, y a esto debo y voy a aferrarme”

En italiano: L’uomo deve sempre operare per un fine, il cristiano per la gloria di Dio; finora spero che il mio studio sia stato di gloria a Dio, perché giovevole al prossimo ed unito all’obbedienza, essendo tale la volontà e genio di mio Padre: ora cessando questa, trovo mezzi e modi migliori per servire a Dio e giovare al prossimo, ed a questi devo e voglio appigliarmi
En inglés: Man always acts to achieve goals; the goal of the Christian is the glory of God. I hope my studies have brought glory to God, as they were useful to others, and derived from obedience, because that was my father’s will. Now I have found better ways and means to serve God, and to be useful to others.

En 1999 se publicaron sus obras religiosas en “Maria Gaetana Agnesi, ricercatrice di Gesù Cristo”[6] (M. G. A., investigadora de Jesucristo), entre las que se encuentra “Il cielo mistico”, que es un comentario a la profecía de Jesús sobre la venida del Espíritu Santo.





[1] Agnesi, M.G., Proposizioni filosofiche (Proposiciones filosóficas), in curia regia, per Joseph Richinum Malatestam regium, ducalemque typographum, 1738.
[2] Agnesi, M.G., Proposizioni filosofiche, University Book, 2015.
[3] Agnesi, M.G Instituzioni analítiche ad uso della gioventú italiana (Institución analítica para el uso de la juventud italiana), Nella Regia-Ducal Corte, 1748.
[4] Samantha Reynolds, Maria Gaetana Agnesi: Female Mathematician and Brilliant Expositor of the Eighteenth Century, Universidad de Missouri, Kansas, ver: http://home.adelphi.edu/~bradley/HOMSIGMAA/agnesi.pdf, chequeado el 23/05/2017
[5] Frisi, Antonio Francesco, Elogio storico di Donna Maria Gaetana Agnesi milanese dell'Accademia dell'Istituto delle Scienze, e lettrice onoraria di matematiche nell'Universita di Bologna, Editor: Giuseppe Galeazzi, Milan, 1799. Pág. 71. Disponible en la Biblioteca Europea de Información y Cultura (BEIC): http://atena.beic.it/R/M57UTSXII84QQXVS64YTCK1TGIEC89AKFT4EDGRS1YD1XL8LL6-01409?func=results-table, chequeado el 23/05/2017
En inglés: Mazzotti, Massimo, The World of Maria Gaetana Agnesi, Mathematician of God (La vida de M. G. Agnesi, Matemática de Dios), JHU Press, 2007, pág. 145 (Epilogue)
[6] Adele Bellù, Maria Gaetana Agnesi, Maria Gaetana Agnesi, ricercatrice di Gesù Cristo” (investigadora de Jesucristo), NED, 1999. En 2 volúmenes.

viernes, 18 de agosto de 2017

Científico creyente 7 - Euler

Continúo con la publicación de los capítulos 8 a 12 de mi libro "El Señor de los dos libros" 2ª edición. Uno a uno iré publicando las biografías de cientos de científicos creyentes de todas las épocas.

Matemático cristiano nº 7

7.        Leonhard Euler (1707-1783).


Matemático y físico suizo. Se lo considera el principal matemático del siglo XVIII y como uno de los más grandes de todos los tiempos.

Su padre era pastor calvinista y su madre, hija de otro pastor cristiano.  Euler estudiaba teología, griego y hebreo siguiendo los deseos de su padre que llegase a ser también pastor. Johann Bernoulli (1667-1748), famoso matemático, médico y filólogo suizo, ayudó a convencer a su padre de que Leonhard estaba destinado a ser un gran matemático. Se dice que el conde de Laplace, antes citado, decía: Lisez Euler, lisez Euler; c’est notre maître à tous (“Lean a Euler, lean a Euler; él es el maestro de todos nosotros”). Las obras completas de Euler ocupan 80 volúmenes.


Es admirable su producción teniendo en cuenta que su vista se deterioró rápidamente a partir de los veintiocho años, perdiendo primero la visión de un ojo, y luego, pasando los sesenta años, del otro.


Su aporte a todas las ramas de la matemática es impresionante: en cálculo, álgebra, geometría, etc. Trabajó intensamente con números complejos (él le dio nombre a la unidad imaginaria “i” que es la raíz cuadrada de menos uno: i=√-1), con logaritmos (le dio nombre al famoso número “e”≈ ‎2.71828), los números de Fermat (del tipo 2^2^n), con sucesiones y series (inventó el símbolo , letra sigma mayúscula griega, para representar una sumatoria; resolvió el llamado “problema de Basilea”, que consistía en descubrir a qué es igual la suma de los inversos de los cuadrados de todos los números naturales, al hallar la fórmula ⅀1/n^2=(𝝿^2)/6sorprendiendo con la aparición del famoso número p≈3,1416 en dicha sumatoria); inventó, entre otras, las funciones gamma (G), beta (B) y zeta (z), de aplicación valiosa, no solo en análisis matemático, sino con aplicaciones en física atómica, astrofísica, dinámica de fluidos, etc.


También se lo reconoce por haber sido el que prendió la mecha de la topología (en ese momento llamado análisis situ) al resolver el famoso problema de los puentes de Königsberg[1], originando la teoría de grafos y de descubrir la primera invariante topológica, la Característica de Euler “c” (letra ji griega){\ displaystyle \ chi}, que inicialmente solo se aplicaba a poliedros convexos, en los que la relación entre vértices, aristas y caras es V-A+C=2. Luego se generalizó a poliedros con agujeros (V-A+C=2-2g, siendo “g” el número de agujeros y c =2-2g).

También es descubridor de una de las fórmulas consideradas más sencillas y brillantes, por la intervención de los números “e”, “π” , “i”, el 0 y el 1, que es: eiπ+1=0. Otra fórmula fundamental relaciona las razones trigonométricas seno y coseno con los números “i” y “e”: exi = cos x + i.sen x
En geometría hizo innumerables aportes, siendo destacable la demostración de que en todo triángulo (no equilátero) los puntos notables llamados baricentro, ortocentro y circuncentro (que resultan de las intersecciones de las tres medianas, tres alturas y tres mediatrices respectivamente), están alineados sobre una misma recta, posteriormente llamada “recta de Euler”.
                                                               
Gran parte del conocimiento que tenemos de las creencias religiosas de Euler se deduce de una de las primeras y más populares obras de divulgación científica Cartas a una Princesa Alemana[2], una recopilación de cartas escritas a la princesa de Prusia Friederike Charlotte de Brandeburgo-Schwedt y su hermana Louise, en las que Euler les instruye sobre los últimos avances en física y filosofía.  

Sin embargo, Euler tuvo tiempo también para escribir un tratado teológico apologético llamado Rettung der Göttlichen Offenbahrung Gegen die Einwürfe der Freygeister (versión en español: Defensa de la revelación divina contra las objeciones del librepensador[3]). Surgió como respuesta al contexto en el que vivía, en el que habían surgido los llamados “libertinos” o “librepensadores” con sus ataques directos a la religión cristiana. Estos trabajos muestran a Euler como un cristiano convencido que defendía la interpretación literal de la Biblia (su obra Rettung era principalmente una discusión en defensa de la inspiración divina de las Escrituras).

Al comienzo de Rettung, en el punto II, Euler escribe[4]:
“La perfección del entendimiento consiste en el conocimiento de la verdad, de lo que a la vez resulta el conocimiento del bien. Los principales objetos de este conocimiento son Dios y sus obras, en cuanto que todas las demás verdades a las que el hombre puede llegar por medio de meditaciones, se refieren en último término a Dios y sus obras. Porque Dios es la verdad, y el universo, obra de su infinita omnipotencia y sabiduría. Por consiguiente, cuanto más aprenda el hombre a conocer a Dios y su obra, tanto mayor éxito tiene en el conocimiento de la verdad, por lo que tanto más cerca está de la perfección del entendimiento

Más adelante, en el punto XXXIV habla acerca de las evidencias de la resucrrección de Cristo[5]:
“Los apóstoles y un gran número de los primeros cristianos pretendieron unánimamente que Cristo, no solo había resucitado de entre los muertos, sino que también lo habían visto ellos mismos tras su resurrección, e incluso habían hablado con él. Ningún hombre que haya considerado mínimamente su doctrina y la firmeza atestiguada en ella, puede afirmar con un poco de credibilidad que en realidad no han creído tal cosa, y que por tanto ha habido un claro fraude por su parte. Pero aún mucho menos puede decir con cierta verosimilitud que los apóstoles se imaginaron esto falsamente, simplemente a causa de un entendimiento desquiciado”

Como se cuenta en la Introducción del libro: Euler “reunía todas las noches, para la oración común, a sus nietos, los domésticos y los discípulos que alojaba en su casa; les leía un capítulo de la Biblia, y algunas veces acompañaba esta lectura con una exhortación”[6]

Una frase en su “Cartas…” dice: “Dios, luego de crear el mundo, organizó el curso de los acontecimientos, a fin de que cada hombre deba estar colocado en cada instante en las circunstancias a él más saludable. ¡Feliz el hombre que tiene la sabiduría para convertirlas a su buena cuenta!”[7]
God, when he created the world, arranged the course of all events so that every man should be every instant placed in circumstances to him most salutary. Happy the man who has wisdom to turn them to good account! Euler

Él nos dejó, entre otras, la frase[8]:
«El tejido del universo es el más perfecto y obra de un Creador sapientísimo»
Leonhard Euler





[1] En la antigua ciudad de Königsberg (actual Kaliningrado, Rusia), había 7 puentes que unían 4 regiones. El problema consistía en ver si se pueden recorrer los 7 puentes sin pasar dos veces por el mismo. Finalmente, Euler demostró que no era posible y elaboró una estategia para resolver cualquier problema semejante (con cualquier número de regiones y puentes), estableciendo las condiciones para las cuales el camino fuese posible.
[2] Euler, Leonhard. (1768 y ss.). Lettres à une princesse d'Allemagne sur divers sujets de physique et de philosophie (Cartas a una princesa alemana, sobre diferentes temas en Física y Filosofía). Academia Imperial de Ciencias, San Petesburgo (Vol. I y II) y Francfort (Vol. III).
[3] Euler, Leonhard; Arana, Juan (Trad.) Defensa de la revelación divina contra las objeciones del librepensador, para Thémata, revista de filosofía nº 8, 1991, págs. 195-219. Ver: http://institucional.us.es/revistas/themata/08/11%20juan%20arana.pdf, chequeado el 09/09/2017
[4] Idem nota anterior, pág. 203
[5] Ibídem, pág. 213
[6] Ibídem, en Introducción, pág. 199.
[7] Euler, (1768- 1772) Letters to a Princess of Germany (Cartas a una princesa de Alemania), 3 vols.
[8] Cita original en latín: Leonhardo Eulero (nombre latino). (1744). Methodus inveniendi líneas curvas Maximi Minimivi propietate gaudentes (Method of Finding Curves that Show Some Property of Maximum and Minimum; Método de búsqueda de curvas que muestran alguna propiedad de máxima y mínima), en Additamentum I: de curvis elastisis (adición o anexo 1: de las curvas elásticas), pág. 245. Publicado por apud Marcum-Michaelem Bousquet & socios, Lausana y Ginebra, Suiza. Disponible en: http://www.wilbourhall.org/pdfs/euler/Methodus_inveniendi_lineas_curvas.pdf chequeado el 19/08/2017
Citado en inglés, entre otros, por el matemático Morris Kline en Mathematical Thought From Ancient to Modern Times, Volume 3 (Pensamiento matemático de la antigüedad a los tiempos modernos, volumen 3), Oxford University Press. Oxford. 1990; pág. 573.

jueves, 17 de agosto de 2017

Científicos creyentes 6 - Leibniz

Continúo con la publicación de los capítulos 8 a 12 de mi libro "El Señor de los dos libros" 2ª edición. Uno a uno iré publicando las biografías de cientos de científicos creyentes de todas las épocas.

Matemático cristiano nº 6

6.          Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716)

Filósofo, matemático, jurista, bibliotecario y político alemán.
Fue considerado un “genio universal” por sus propios contemporáneos[1] y luego reconocido como “El último genio universal”, es decir, el último que aún tenía la capacidad de abarcar todas las áreas del conocimiento y contribuir a ellas con ideas nuevas y originales[2]. Perdió a su padre cuando apenas contaba con seis años de edad. A los 28 años era uno de los más ilustres sabios de su época. Es el fundador de la Academia de Berlín. Realizó profundas e importantes contribuciones en las áreas de metafísica, epistemología, lógica, filosofía de la religión, así como a la matemática, física, geología, jurisprudencia e historia. Denis Diderot, el filósofo francés, opuesto en su pensamiento a Leibniz, escribió: "Quizás nunca haya un hombre leído tanto, estudiado tanto, meditado más y escrito más que Leibniz... Lo que ha escrito sobre el mundo, sobre Dios, sobre la naturaleza y sobre el alma es de la más sublime elocuencia. Si estas ideas hubieran sido expuestas con los colores de Platón, el filósofo Leibniz no le cedería en nada al filósofo de Atenas"[3]
Jamais homme peut-être n'a autant lu, autant étudié, plus médité, plus écrit que Leibniz... Ce qu'il a composé sur le monde, sur Dieu, sur la nature, sur l'âme, comportait l'éloquence la plus sublime. Si ces idées avaient été exposées avec le coloris de Platon, le philosophe de Leibniz ne le céderait en rien au philosophe d'Athènes. Diderot.

Inventó el cálculo infinitesimal, independientemente de Newton, y su notación es la que se emplea desde entonces.

Sin embargo, los últimos años de su vida los dedicó a la filosofía y la religión, escribiendo sus más famosas obras, La Monadología, La Teodicea y Nuevos Ensayos. Era un defensor y promotor del cristianismo.

Comparto algunas de sus muchas frases:

«A la humanidad, la armonía preestablecida por la Divina Providencia parece ser casualidad»[4]  
To mankind, the harmony pre-established by Divine Providence appears to be chance. Leibniz

«Dios es la razón final de la salvación, de la gracia, de la fe y de la elección en Jesucristo» [5]
God is the final reason of salvation, of grace, of faith and of election in Jesus Christ

«Y él es (Dios) por su parte, no solamente lo que un inventor respecto de su máquina, como lo es respecto a las demás criaturas, sino lo que un príncipe con sus súbditos, y aun lo que un padre con sus hijos»[6]
Gottfried Leibniz




[1] Moreno Villa, Mariano, Filosofia. Vol. IV. Historia de la Filosofía Moderna y Contemporánea, editorial MAD S.L., Sevilla, 2003, pág. 79
[2] Fischer, Ernst Peter, Aristóteles, Leonardo, Einstein y Cía., Ediciones Robinbook, Barcelona, 2006, pág. 143
[3] Diderot, Denis y d' Alembert, Jean Le Rond, Encyclopédie ou dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers, Volumen 19, (Enciclopedia o diccionario razonado de las ciencias, las artes y artesanías), chez Pellet, imprimeur-libraire, rue des Belles Filles, Ginebra, 1777, pág. 807.
[4] Leibniz, citado por Scardovi, Italo, en la revista Statistica, año LXV, n. 1, 2005, con el título: “Time and chance: a statiscal hendiadys” (Tiempo y oportunidad, una estadística hendíadis), pág. 23, disponible en http://rivista-statistica.cib.unibo.it/article/view/75/71 (hendíadis: figura retórica, “uno mediante dos”)
[5] Leibniz, Gottfried; Theodicy, Essays on the Goodness of God, the Freedom of Man and the Origin of Evil (Teodicea, Ensayos sobre la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal). Disponible a través del Proyecto Gutenberg en https://www.gutenberg.org/ebooks/17147, consultado el 10 de febrero de 2015.
[6] Leibniz, traducción de Zozaya, Antonio, La Monadología, impreso por R. Angulo, Madrid, 1889, 2ª ed., sección LXXXIV, pág. 34 (se le han quitado un par de tildes respecto del texto en castellano antiguo). Disponible en la web http://fama2.us.es/fde/ocr/2006/monadologia.pdf

miércoles, 16 de agosto de 2017

Científicos creyentes 5 - Newton

Continúo con la publicación de los capítulos 8 a 12 de mi libro "El Señor de los dos libros" 2ª edición. Uno a uno iré publicando las biografías de cientos de científicos creyentes de todas las épocas.

Matemático cristiano nº 5
5.        Sir Isaac Newton (16421727).


Físico, filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático inglés, autor de los Principia mathematica, donde describió la ley de gravitación universal y estableció las bases de la mecánica clásica mediante las leyes que llevan su nombre. Lo he colocado en la sección de matemáticos, porque es uno de los más brillantes, pero quizás debería estar en la sección de los físicos, ya que es llamado “el padre de la Física clásica” o también “el padre de la mecánica moderna”. En esa época la mayoría de los científicos que se dedicaban a la matemática también lo hacían a la física, la química, la astronomía, la biología, y también a la religión, ya que el estudio no estaba tan segmentado o especializado como hoy día. Es decir, el estudio de la naturaleza era integral. Y la matemática es una herramienta fundamental para el desarrollo de las otras ciencias.

Sin duda Newton fue un genio. Otros famosos descubrimientos científicos: trabajos sobre la naturaleza de la luz y la óptica y desarrollo del cálculo matemático (o cálculo infinitesimal). Postuló la teoría corpuscular de la luz; en ella la luz es considerada como un flujo de pequeñísimas partículas materiales que al chocar con el ojo producían la sensación luminosa. Esta teoría se enfrentaba a la teoría ondulatoria del holandés Christian Huygens, en la que la luz es una onda, como el sonido, la cual, si bien en el momento no prosperó, debido a la trayectoria de Newton, con el tiempo se fue imponiendo hasta llegar al momento actual en la que ambas teorías tienen parte de razón: la luz consiste en pequeñísimas partículas, pero no de materia, sino de energía, llamados fotones, que producen una onda electromagnética. Postuló que los colores que se producían cuando la luz atravesaba un prisma no eran producto de la naturaleza del prisma, como se creía, sino que el prisma “desnuda” la composición interna de la luz. Es decir que la luz blanca (que viene del sol) está formada por un espectro que abarca una extensa gama de colores; Newton identificó siete zonas, que son los siete colores (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo, violeta). Se cree que Newton nombró una zona como índigo (o añil), una variedad oscura y profunda del azul, porque consideraba que la naturaleza era perfecta, y el siete, el número de colores que forman la luz, es bíblicamente el número que representa la perfección.

Con respecto al cálculo matemático, desarrollado al mismo tiempo que Leibniz, y que hoy se enseña en las universidades (límites, derivadas e integrales), fue un ingenioso invento de Newton para poder aplicarlo al estudio del movimiento (física).

Escribió más sobre Teología y Biblia que sobre Ciencia. Hay muchas frases famosas que hablan de la fe de Newton, una de ellas dice:
«No hay filosofía más sublime que la conocida con el nombre de Sagrada Escritura»
Sir Isaac Newton
Son conocidas sus “cuatro cartas”[1] en respuesta al pedido de consejo de parte del Reverendo Dr. Richard Bentley, quien escribió “Refutación del ateísmo” basándose en la visión newtoniana. En esas cartas Newton expone su pensamiento acerca de cómo desde la ciencia se puede afirmar la fe en la DeidadEn la primera de dichas cartas comienza diciendo[2]: Cuando escribí mi Tratado acerca de nuestro sistema (del Mundo) tuve la vista puesta sobre principios tales que pudieran ayudar a los hombres reflexivos en su creencia en una deidad, y nada puede hacerme más feliz que encontrarlo útil para ese propósito”

En su famoso libro, Principios Matemáticos de la Filosofía Natural (conocido como Principia) escribió “Desde su verdadero poderío se deduce que el Dios verdadero es un Ser viviente, inteligente y poderoso; y de sus demás perfecciones, que él sea el poder supremo, o el más perfecto. Él es eterno e infinito, omnipotente y omnisciente, es decir, su duración se extiende desde la eternidad hasta la eternidad; y su presencia desde el infinito hasta el infinito; él gobierna todas las cosas, y sabe todas las cosas que son o pueden ser hechas. Él no es la eternidad o el infinito, sino eterno e infinito”[3]

También afirmó[4]:

«Lo que sabemos es una gota, lo que ignoramos, un inmenso océano. La admirable disposición y armonía del universo no ha podido salir sino del plan de un Ser omnisciente y omnipotente»
Sir Isaac Newton
Algunos afirman que Newton no creía en la deidad de Jesucristo; si bien es posible que tuviese una visión particular sobre la relación entre Dios Padre y Jesucristo, Newton dijo:Dios hizo el mundo y gobierna de forma invisible, y nos ha mandado a amarlo y adorarle a él, y no hay otro Dios; a honrar a nuestros padres y maestros, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y a ser templados, justos y pacíficos, y ser misericordiosos incluso con las bestias. Y por el mismo poder por el cual Él dio la vida en un primer momento a todas las especies de animales, es capaz de revivir a los muertos, y ha resucitado a Jesucristo nuestro Redentor, que ha ido al cielo para recibir un reino, y preparar un lugar para nosotros, y es el siguiente en la dignidad de Dios, y puede ser adorado como el Cordero de Dios, y ha enviado el Espíritu Santo para que nos consuele en su ausencia, y al regreso reine largamente sobre nosotros”[5]

A continuación transcribo otras dos frases que muestran la convicción de Newton en la legitimidad y superioridad de la Biblia.

La primera[6]:

“Consideramos que las Escrituras de Dios son la filosofía más sublime, y hallo marcas más seguras de autenticidad en la Biblia que en cualquier historia profana”
Sir Isaac Newton
We account the Scriptures of God to be the most sublime philosophy. I find more sure marks of authenticity in the Bible than in any profane history whatever. Newton.

Y la segunda[7]:
«Ninguna ciencia está mejor certificada que la religión de la Biblia»
Sir Isaac Newton
No sciences are better attested than the religion of the Bible. Newton

En una carta a su amigo Abraham Shalom Yehuda[8], Albert Einstein dice[9]:

Mi Querido Yahuda, Las escrituras de Newton sobre asuntos bíblicos me parecen en particular interesantes porque ellas se permiten la perspicacia profunda en la mente única y el proceso de pensamiento de este gran hombre. El origen divino de la Biblia es, para Newton, absolutamente seguro...”
My Dear Yahuda, Newton's writings on biblical matters seem to me particularly interesting because they afford deep insight into the unique mind and thought process of this great man. The divine origin of the Bible is, for Newton, absolutely certain…




[1] Newton, Sir Isaac, Four letters from Sir Isaac Newton to doctor Bentley. Containing some arguments in proof of a DEITY (Cuatro cartas de Sir Isaac Newton al Dr. Bentley conteniendo algunos argumentos en prueba de una Deidad), impreso por R. y J. Dodsley, Londres, 1756.
[2] Benitez, Hermes H, “Cuatro cartas de Sir Isaac Newton al doctor Bentley que contienen algunos argumentos a favor de la existencia de una deidad (1692-1693)” Revista de filosofía Diánoia, volumen XLIV, número 44, 1998; disponible en: http://dianoia.filosoficas.unam.mx/files/6113/6960/3507/DIA98_Newton.pdf
[3] Ver nota al pie n°56.
[4] Newton, citado por ejemplo en Ciencia y Dios. Testimonios de científicos del Boletín quincenal N° 362 de la Capellanía de la Universidad de Piura, Perú. Véase: http://udep.edu.pe/cmsfiles/cont/785/cont/files/capellania%20362.pdf
[5] Newton, según se cita en: “Memoirs of the Life, Writings, and Discoveries of Sir Isaac Newton” (Memorias de la vida, los escritos y los descubrimientos de Sir Isaac Newton) por Sir David Brewster, Edimburgo, Tomás Guardia & Co., 1855, Vol. II, 354. También disponible, en inglés, en The Newton Project, http://www.newtonproject.sussex.ac.uk/view/texts/normalized/THEM00009
[6] Newton, citado en “Los hombres de ciencia, los hombres de Dios” por el Dr. Henry M. Morris, Master libros, 1982 y en “Watson's Apology for the Bible” por Watson, Richard, Master of Trinity College, Cambridge. Londres, 1806, pág. 57. También se cita en A Dictionary of Thoughts (Un Diccionario de Pensamientos), por Tryon Edwards, Casell Publishing Company, EEUU, 1891, pág. 42.
[7] Newton, citado por Tryon Edwards en A Dictionary of Thoughts (Un Diccionario de Pensamientos), Casell Publishing Company, EEUU, 1891, pág. 474.
[8] Yahuda fue un erudito profesor, escritor, investigador, lingüista y coleccionista judío que adquirió los escritos de Newton en una subasta, los que fueron donados después de su muerte a la Biblioteca Nacional de Israel. También escribió en 1935 (reimpreso en 2015) el libro “The Accuracy Of The Bible” (La exactitud de la Biblia).
[9] A letter from Albert Einstein to Yahuda, Albert Einstein Archives, The Hebrew University of Jerusalem (Una carta de Albert Einstein para Yahuda, archivos de Albert Einstein; Universidad Hebrea de Jerusalén), escrita en septiembre de 1940; documento perteneciente a la colección “Newton’s Secrets”, de la Biblioteca Nacional de Israel; disponible en: http://jnul.huji.ac.il/dl/mss/Newton/einstein_eng.html.